De cada 100 de niños y niñas recién nacidos, 7 tienen alguna deficiencia o discapacidad. Este numero es aun mucho mayor si, además de las deficiencias visibles al nacer, se toma en cuenta a todos los bebes que recién revelan su discapacidad o deficiencia años después.
Es necesario mencionar que muchas de las deficiencias o discapacidades pueden prevenirse mediante el cuidado de la salud integral de la mujer y de su pareja, antes y durante el embarazo, este es el punto de partida para iniciar la prevención prenatal de discapacitados. Existen indicadores que se deben tomar en cuenta:
- Bajo peso al nacer.
- Mortalidad infantil.
- Mortalidad materna.
- Desnutrición de gestantes.
Por ello es importante aprender el ABC de la prevención de discapacitados.
Alimentarse bien: con una alimentación balanceada. Consumir acido fólico por lo menos tres meses antes de la gestación y durante las primeras semanas de la misma. Complementar la dieta con hierro y calcio.
Buscar atención médica: visitar antes y durante el embarazo su centro de salud y asistir a la consulta con su pareja. Mantenerse informada de su peso, presión arterial y hemoglobina.
Cuidar de agresiones al bebe: no consumir alcohol, drogas, ni cigarrillos. No automedicarse. Evitar infecciones. No a la violencia, tanto física como psicológica.
El estado emocional de la madre es algo importante a tener en cuenta ya que el estrés materno ocasiona que ocurran cambios en la composición química del medio interno y transmitirá de algún modo estas variaciones al bebe intrauterino determinando en él distintos efectos, algunos de los cuales también se dará a notaren la escuela, como irritabilidad, hiperactividad, trastornos de sueño, dificultades en la alimentación, etc. inclusive estudios recientes reportan correlación entre estrés materno y autismo.
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